Como hemos comentado en posts anteriores, hacer uso de promociones en tu instalación de lavado ayuda a la consecución de tus objetivos: incrementa las ventas, aumenta el tráfico, fortalece el sistema organizacional, permite generar confianza hacia tu negocio, te hace ganar visibilidad, así como conocer a nuevos clientes potenciales.
Existen diferentes tipos de promociones, según el objetivo y según el público al que nos queramos dirigir. Hoy nos vamos a centrar en el sector profesional, en las promociones que se hacen a otras empresas y que comúnmente se conocen como alianzas o colaboraciones.
Piensa si cerca de tu instalación tienes un negocio con una flota de vehículos, por ejemplo, una empresa de reparto, o una compañía grande a la que cada día acuden cientos de empleados en coche. ¿No te parecería interesante colaborar con ellos y establecer una alianza con tu centro de lavado para mantener limpia su flota o atraer más clientes?
A continuación, te comentamos cuáles son los puntos que debes tener en cuenta para implementar el proceso de creación de una alianza y asegurar su éxito:
Define tus objetivos
Debes tener un propósito claro en términos de crecimiento de tu negocio. Responder a: ¿qué quieres conseguir?, ¿cómo quieres conseguirlo?
Identifica a tus clientes potenciales
Así como no todos son clientes o públicos potenciales, no toda compañía es un aliado estratégico potencial. Un aliado potencial es aquel que tiene valores, objetivos, una misión social clara y, sobre todo, que comparte intereses contigo. Además, la cercanía con tu instalación debe ser primordial para el proceso de selección de la empresa.
Organiza el primer encuentro
Antes de abordar a la otra empresa, elabora un documento que te permita exponer bien tu propuesta. Explicar a la perfección en qué consiste y hacer ver todos los beneficios que tendrá para ellos, te hará el proceso de persuasión mucho más fácil.
Demuestra en este discurso que eres el socio perfecto para innovar y que con tu colaboración ambas empresas ganareis (win-win).
Define los objetivos comunes
Una alianza puede fracasar (o ni siquiera comenzar), si las necesidades y expectativas comunes no están bien definidas. Lo más recomendable es dejar todo por escrito y dejar claro todos los derechos, deberes y “la letra pequeña” para evitar malas interpretaciones y confusiones.
Encontrar los puntos de sinergia entre ambas compañías es la clave para llegar a un buen entendimiento.
Mantén siempre la relación
Las alianzas estratégicas deben ser un tema a largo plazo. Si es verdaderamente estratégica y exitosa, permanecerá en el tiempo generando constantemente ganancias.
Realiza revisiones periódicas. Evalúa el logro de los objetivos propuestos, el cumplimiento de los derechos y deberes de cada una de las partes, así como los ajustes que se deben hacer sobre el camino para mejorar y seguir colaborando en diferentes acciones.