¿Por qué no debo dejar secar el coche al aire?

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No debemos olvidar que una buena limpieza del coche puede quedar arruinada por completo si nos saltamos el paso final: el secado

Hoy el protagonista es el secado. Muchas veces no se da la importancia que se merece a esta parte fundamental del lavado y cuidado del vehículo. Pero no debemos olvidar que una buena limpieza del coche puede quedar arruinada por completo si nos saltamos el paso final: el secado. ¿De qué sirve lavar el coche si luego queda lleno de marcas de gotas?

Para conseguir un resultado libre de gotas y sin huellas hay que tener en cuenta, en primer lugar, la calidad del agua empleada en las últimas fases de encerado y aclarado. En la mayoría de áreas de lavado y lavaderos profesionales, ya tengan un equipo de lavado automático o pistas para el lavado manual a presión, se suele utilizar agua descalcificada y desmineralizada, es decir libre de cal y sales minerales, en las últimas fases del lavado. Así lo recomendamos los fabricantes que disponemos de equipos propios para el tratamiento del agua en instalaciones de lavado, con el fin de garantizar la máxima calidad del agua y también su reciclaje posterior.

¿Y si usamos este tipo de agua por qué salen entonces manchas si no secamos el coche? Las marcas no son otra cosa que las partículas de polvo, suciedad y polución que han quedado atrapadas dentro de las gotas de agua. El agua se evapora, pero la suciedad del ambiente y los residuos de los tubos de escape de los vehículos, quedan en suspensión dentro de la gota, que al secarse, deja una mancha visible por la suciedad adherida. Las gotas son realmente buenas reteniendo la suciedad, un ligero soplo de viento y el polvo se quedará pegado a ellas.

La solución es tan sencilla como secar el coche inmediatamente después de lavarlo. La mayoría de los equipos de lavado automático (puentes y túneles de lavado) disponen de secado integrado. Y si eres un amante del centro de lavado a presión también puedes secar el coche en el puente al finalizar el lavado, ya que en instalaciones completas con lavado automático y manual, es habitual ofrecer también programas sólo de secado para el remate final en el puente. Además, también puedes utilizar secadores manuales, expendedores de bayetas y papel, todo ello de ISTOBAL, para conseguir un acabado perfecto en el coche.

Si secar el coche al aire es malo, secarlo circulando en marcha es todavía peor, porque será todavía más fácil que se adhiera nueva suciedad a las gotas. Los cristales y los retrovisores son las partes del vehículo en las que más se apreciarán las huellas, si no secas el coche convenientemente. Ten en cuenta que en los retrovisores el agua se evapora mucho más lentamente, debido a que quedan protegidos del aire al circular, por lo que están también más expuestos a la suciedad del entorno. ¡Y cuidado con bajar las ventanillas con el coche recién lavado! El vidrio vuelve a mojarse al abrir las ventanillas, y cuando las cerramos de nuevo, quedan con restos de agua, a los que se puede adherir más polvo y suciedad del entorno.

En la limpieza de tu vehículo la fase de secado es importante en cualquier estación del año, pues piensa, además, que durante el invierno, los restos de agua que quedan sobre el vehículo pueden incluso congelarse y convertirse en hielo en los días más fríos. Así que ya sabes, para un acabado sin huellas, no olvides secar bien el coche en tu instalación de lavado. ¡No dejes ni una gota!

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