Competir a bordo de un cuadriciclo de Ford de principios del siglo pasado en una pista de tierra mientras se sostiene un cerdo que hay que dejar en una caja al final de cada vuelta. Sí, habéis leído bien. Es una de las carreras automovilísticas más estrambóticas que os traemos hoy. Se trata de la Pig n’ Ford, que tiene lugar cada año en la feria del condado de Tillamook en Oregon (USA). Como no podía ser de otra forma, su origen fue la persecución que emprendieron dos granjeros en 1925 para alcanzar a unos de sus cerdos que se había escapado.

Otra de las carreras que más nos ha sorprendido, esta vez por su solemnidad, es la Bonhams Veteran Car Run que se celebra el primer domingo de noviembre en Inglaterra y en la que participan automóviles fabricados antes de 1905. Cada año centenares de participantes recorren con inolvidables coches de época, venidos de todo el mundo, los 95 kilómetros que separan Londres de la ciudad costera de Brighton. En esta competición se conmemora la promulgación de la Ley de Locomoción en vías rápidas de 1896, que elevó el límite de velocidad de 6 a 22,5 kilómetros por hora.

Existen muchas carreras originales. En Australia cada dos años se realiza el World Solar Challenge en el que compiten coches movidos por energía solar. Equipos de universidades, empresas y escuelas de todo el mundo afrontan el desafío de recorrer 3.000 kilómetros con el sol como único carburante para sus motores. En otros países más fríos, en lugar de la luz solar, utilizan el viento para mover a sus automóviles en una carrera. Es la Racing Aeolus Den Helder, una de las carreras más sostenibles del mundo que tiene lugar en Holanda. Equipos de estudiantes universitarios fabrican sus propios vehículos y compiten contra el Dios griego del viento Eolo.

También originaria de Holanda, la Reverse Racing es una carrera de coches muy particular, y es que los bólidos circulan marcha atrás. Tan curiosa como accidentada, esta carrera comenzó a realizarse en los años 80. Y hablando de carreras peligrosas, también existe una competición de coches que llevan placas de acero planas en lugar de ruedas traseras. Saltan chispas y no sólo de emoción, sino literalmente sobre el asfalto.

Una de las carreras más extravagantes y conocidas es la Red Bull Autos Locos que ya se organiza en numerosas ciudades del mundo entero. Fueron los belgas en el año 2000 los primeros en proponer esta competición con equipos locales amateurs que fabrican los más extraños y divertidos coches de carreras para bajar una pendiente movidos por la fuerza de la gravedad y muchas ganas de pasarlo bien.

Más carreras raras. La Train Racing no es una carrera de trenes sino de tres coches que forman un tren. Pero sólo hay dos conductores, el primero controla la dirección en el primer vehículo y el segundo se sitúa en el coche de cola y acciona los frenos, en el medio, queda un vehículo que hace de vagón sin conductor. Carreras de coches que tiran de remolques que acaban hechos pedazos, carreras de motos con sidecar y hasta carreras de pequeñas motos Scooters de esas que llevan las personas con movilidad reducida y que llegan a alcanzar velocidades sorprendentes… hay un sinfín de carreras que seguro que dejarán boquiabiertos a nuestros CarLovers.

Si queréis ver algunas de las que os hemos hablado: pinchad en este vídeo.