¿Olor a coche nuevo, a coche limpio o perfumado?

¿Sabéis que existe una entrada en Wikipedia sobre el olor a coche nuevo? Como lo leéis. Según recoge la mayor enciclopedia de contenido libre se trata del “término común con el que se conoce el olor que proviene de la combinación de los materiales que se encuentran en los automóviles de nueva fabricación”. El diccionario online también nos cuenta que algunas personas lo encuentran como un olor placentero y agradable; y que existen “ambientadores de coche nuevo”, que reproducen el olor de un coche recién fabricado en automóviles antiguos. De hecho, hay algunos talleres y concesionarios que lo utilizan después de las reparaciones y en coches de segunda mano.

Recordaréis que hace un tiempo ya os hablamos de una profesión muy curiosa en el mundo del motor, el sumiller del automóvil. Así que ese olor a nuevo en el coche tiene un responsable, en realidad, varios, ya que normalmente es un equipo de químicos el que se encarga de velar por este olor tan característico.

De hecho, los aromas se utilizan ya como una herramienta de marketing en el mundo de los negocios para asociar un determinado olor a los valores que quiere transmitir una empresa. El marketing olfativo recurre a los aromas para generar un efecto determinado en el comprador o crear una experiencia única y diferenciadora. Los estudios científicos avalan estas estrategias e indican que somos capaces de recordar mucho más lo que olemos, que lo que vemos o escuchamos. Y es que el sentido del olfato tiene un gran poder de evocación que nos estimula el recuerdo, las emociones y las sensaciones.

Por eso, ya hay muchas marcas que además de un logotipo tienen también un odotipo, un olor personal de la propia marca que les hace diferentes. Pensadlo bien y seguro que recordaréis alguno. Por ejemplo, el olor a chicle se utiliza mucho en jugueterías y el de bronceador es característico de las agencias de viajes. También hay muchas marcas de ropa que emplean sus propias fragancias para aromatizar sus tiendas, y el olor de palomitas se potencia en el cine para conseguir más ventas, además del generado ya de por sí por las máquinas que las hacen. ¿Y qué hay de las discotecas? Pues es común el uso de aromas de conocidas bebidas energéticas.

Como veis, en el mundo del marketing, hemos pasado de fijarnos solamente en el producto a pensar en el consumidor y en su experiencia. Y ahí los aromas juegan un papel fundamental. Nosotros lo sabemos bien y tenemos claro que cuando vas a lavar el coche, si ya ha perdido ese olor a nuevo, al menos quieres que tenga ese olor a limpio. Por eso, tenemos una gran variedad de productos químicos para el lavado con aromas para todos los gustos. Espumas con aroma a melocotón, manzana, mandarina, cereza o SPA, ceras con fragancias frutales y otras que huelen a vainilla. Además, también contamos con un perfume hiperconcentrado para añadir fragancias a aquellos champús y espumas que no huelen, para que los propietarios de las instalaciones de lavado puedan elegir y personalizar la experiencia de lavado según los gustos de los clientes. Aromas dulces de fresa y chocolate, frutales de cereza, mango o piña o cítricos como la mandarina.

¿Y para el interior del coche? Nada mejor que acabar la limpieza interior que con un toque final que neutralice los olores y deje un agradable aroma a coche limpio. En los centros de lavado puedes encontrar pulverizadores para el interior del vehículo que refrescan el ambiente. Los hay de limón, manzana o piña colada, para los amantes de los olores frutales, de pino para los más tradicionales, de caramelo con toques de fresa y chocolate para los más dulces, con aroma floral para los amantes de la primavera, marino o SPA que evocan experiencias acuáticas, e incluso otros que recuerdan a conocidas marcas de perfume. Y por supuesto, absorbe olores sin aroma para los más asépticos que buscan en definitiva el olor a coche limpio. Y a ti, ¿cuál es el aroma que más te gusta para tu coche?