¿Sabes cuál es la diferencia entre un puente y un túnel de lavado?

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Para los más expertos en la materia, ésta será una pregunta fácil de contestar, pero no todos los usuarios de nuestras instalaciones de lavado lo tienen tan claro.

Para los más expertos en la materia, ésta será una pregunta fácil de contestar, pero no todos los usuarios de nuestras instalaciones de lavado lo tienen tan claro. Así que hoy vamos a explicar a nuestros CarLovers las principales diferencias entre un puente y un túnel de lavado.

En el mundo del lavado automático, existen dos grandes equipos, los puentes de lavado y los túneles de lavado, que difieren principalmente en su constitución y en la forma en la que la máquina y el vehículo interactúan.

Puentes de lavado


Los puentes de lavado son uno de los sistemas de lavado automático más extendidos en todo el mundo. Se trata de máquinas compactas que pueden integrar diferentes sistemas de lavado y secado como cepillos, agua a presión, lavarruedas, suministro de productos de lavado como champús, espumas o ceras, mecanismos de secado, etc. El usuario sitúa el coche en la pista de lavado, lo apaga, pone el freno de mano y es la máquina la que se mueve hacia delante y hacia atrás en diferentes pasadas, según el programa elegido, hasta completar el lavado y secado del vehículo. Son equipos muy versátiles y su condición compacta garantiza un lavado eficaz ocupando el mínimo espacio en la instalación.

Túneles de lavado


En el caso de los túneles de lavado, también llamados trenes de lavado, es el coche el que mediante un mecanismo que lo desplaza se mueve a lo largo de un túnel, en el que los sistemas de lavado y secado, en lugar de estar integrados en el puente, están distribuidos longitudinalmente sobre la pista de lavado. En los túneles se pueden incluir multitud de arcos y módulos para el cuidado del coche: lavarruedas, cepillos auxiliares, arco de abrillantado, módulo de masajeado, arco de lluvia, secado textil…, entre muchos otros. Los túneles de lavado pueden tener más de 30 metros de largo y lavar más de un coche al mismo tiempo, por lo que son sistemas que encontrarás en instalaciones que realizan un gran número de lavados. Destacan por su rapidez  y por el alto rendimiento, y no es habitual que se instalen en áreas de lavado en autoservicio, es decir, suelen estar siempre atendidos por personal especialista en lavado.

¿Y qué tienen en común? Los dos son sistemas de lavado automático, lo que quiere decir que una máquina ejecuta un programa de lavado sobre el coche, ya sea por fricción, con cepillos, o sin ellos, mediante la sola acción del agua a presión. La interacción del usuario con el proceso de lavado es menor en el lavado automático que en lavado manual a presión o lavado autoservicio, el otro método de lavado que todos conocemos, en el que es el propio usuario el que lava su vehículo mediante una pistola o lanza con agua a presión y diferentes productos de limpieza.

También comparten su respeto por el medioambiente. Los sistemas de lavado automático, y también los de lavado manual a presión, emplean mucha menos agua que el lavado con manguera en casa o en la calle, una práctica que, por otra parte, está prohibida en muchos países. Los sistemas de reciclaje y tratamiento del agua no sólo consiguen reutilizar el 80% del agua, sino también eliminar los aceites y residuos generados por el lavado antes de verter el agua al cauce público.

Tanto si eliges un puente o un túnel de lavado automático, o decides lavar tu coche con la pistola a presión, ¡todo son ventajas! Ahora sólo queda que te fijes bien cuando vayas a tu instalación de confianza para saber con cuál de los equipos de ISTOBAL vas a dejar tu coche reluciente.

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