No, en absoluto. Los cepillos no rayan el coche ni estropean la pintura o los cristales, siempre que estén en buenas condiciones de mantenimiento y limpieza. Hoy se usan elementos de electrónica muy fiable que garantizan una presión constante del cepillo y sin riesgos para la pintura. Con los nuevos materiales de espuma, el contacto es mucho más suave, sin perder efectividad. Pero eso sí, los cepillos deben tener un mantenimiento adecuado. Un champú preventivo para la limpieza de los cepillos evita que los cepillos se estropeen aumentando su eficacia y duración.
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